Tras siglos de añadidos religiosos, el arrepentimiento terminó asociado a pagos, penitencias y dolor como medida de sinceridad. El Nuevo Testamento nos devuelve a su orogen. Metanoia es un cambio de mente que nace al ver la verdad en Cristo.
Metanoia: más que remordimiento
Metanoia describe volver en sí, como el hijo que recuerda su origen y a su Padre y decide regresar a casa. No es torcer el brazo de Dios. Es reconocer Su bondad y tu verdadera identidad en Él.
Fe y arrepentimiento: el mismo evento
Dios no reacciona a tu arrepentimiento. Su bondad te conduce a cambiar de mente. Fe y metanoia son dos maneras de describir la misma respuesta a lo que Dios ya hizo en Cristo.
Lo que sí cambia cuando cambias de mente
Cuando te alineas con la verdad del Evangelio, la culpa cede, la ansiedad espiritual pierde fuerza y recuperas el sentido de origen e identidad que te capacita para decisiones nuevas. Esto prepara el terreno para tratar con hábitos y patrones en serio.
Metanoia no te separa de Dios. Te despierta a Su realidad.
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