Predicar desde la identidad en Cristo: del esfuerzo al descanso

1  comentarios

Hay sermones correctos que no transforman. Mucho información, poca vida. La diferencia no está solo en la estructura, sino en la fuente desde la que predicamos: rendimiento o identidad.

1. La fuente: quién eres cuando subes al púlpito

No subes a “ganarte” aprobación. Subes como hijo amado, enviado a servir. Desde ahí la voz pierde ansiedad y gana autoridad serena.

2. Exégesis con lentes del Nuevo Pacto

  1. Cristo como centro: la Escritura encuentra su plenitud en Él.
  2. Contexto antes que cita: observa género, audiencia y propósito.
  3. Aplicación desde la gracia: lo que Dios provee en Cristo habilita lo que Él demanda.

3. Estructura que sirve al oyente

Una secuencia simple y clara:

  1. Tensión: ¿Qué pregunta real responde el texto?
  2. Exposición: ¿Qué dice y qué significa en su contexto?
  3. Evangelio: ¿Cómo revela a Cristo y su obra?
  4. Respuesta: ¿Qué paso concreto doy hoy por su gracia?

4. Lenguaje que edifica

Evita la culpa como motivación. Usa verbos de identidad: “eres”, “tienes”, “puedes”, porque “Él es, Él hizo, Él está en ti”.

5. Marcadores de un sermón que descansa en Cristo

  1. Claridad en una idea central.
  2. Menos frases brillantes, más verdades practicables.
  3. Ilustraciones que abren el corazón, no que roban el foco.
  4. Cierre con evangelio aplicado, no con tareas imposibles.

Predicar desde la identidad en Cristo te libera del performance y libera a la iglesia del cansancio moralista. Ahí la Palabra no solo informa, forma.


Etiquetas

exégesis pastoral, gracia, homilética


También le puede interesar:

Deja un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked

{"email":"Email address invalid","url":"Website address invalid","required":"Required field missing"}

Recibe estudios edificantes cada semana